domingo, 8 de marzo de 2009

1/3 - Capítulo 1: Prisión

En mis sueños veo un cielo de los colores más intensos que puedo imaginar… Desde el azul más puro, hasta el rojo más vivo, el negro más profundo, matices verdes y anaranjados… Es tan diferente de las paredes grises y las luces blancas que me rodean desde que tengo memoria… Espero con ansias el día que nos prometieron, cuando podremos verlo, no sólo en videos y fotografías, sino real…

Escucho sonidos sucesivos, que a veces se empalman unos con otros… sonidos que creo haber escuchado antes, pero que no logro identificar… A veces los acompañan voces, que hablan como si obedecieran a los sonidos. Todo junto forma una sensación agradable… pero por alguna razón, a veces me hace llorar… No sé cómo describirlo… me parece hermoso… Tal vez más que el cielo de mis sueños… Música…

En mis sueños veo y escucho cosas impensables para este mundo cerrado… Pero a veces hay cosas familiares también…

En mi mundo estoy completamente a salvo. Todo lo que pasa es controlado, y si algo sale mal, lo resuelven de inmediato. Las personas que nos protegen, dicen que han visto en nosotros algo que puede salvarlos de ellos mismos. No estoy segura de qué querrán decir, pero al parecer tienen muchas esperanzas en mí y en mis hermanos, y por eso decidieron ser nuestros guardianes, protegernos del exterior, y de nuestra inexperiencia en lo que llamamos vida.

Dicen que somos muy frágiles, y que debemos cuidarnos. Dicen que hasta lo que pensamos puede hacernos daño. Por eso a veces temo que mis sueños me hagan daño, o peor, que les hagan daño a mis hermanos.

Dicen que en realidad no somos hermanos. Dicen que despertamos casi al mismo tiempo, y que compartimos algo muy especial, y por eso nos llaman hermanos. Pero dicen que los hermanos verdaderos son algo diferente. Los hermanos verdaderos comparten la misma sangre, tienen rasgos parecidos… Crecen juntos y crean recuerdos juntos… nosotros no crecimos, sino que siempre hemos existido y siempre hemos tenido la misma forma física, sólo que estábamos “dormidos”… o eso es lo que nos dicen…

Una vez más estoy soñando…

Kai… me abrazaba muy fuerte… estábamos en algún lugar nuevo para mí… Sobre nosotras, un cielo nocturno resplandeciendo con tantas estrellas que casi daba miedo… Bajo nosotras, una densa capa de nubes grises, que de vez en cuando lanzaban destellos de luz entre sí. Sentía que estábamos cayendo… pero en realidad no parecía que nos moviéramos en absoluto… más bien parecía que todo lo demás era lo que se movía. Sentía como si las nubes que subían un poco más se nos pegaran, convertidas en diminutas gotas de agua.

De pronto sonó la alarma… Ya eran las cinco de la mañana. Momentos después, se encendieron las luces en mi habitación. Hora de levantarse…

Como siempre, no quería levantarme… quería seguir soñando… Pero como siempre, sonó la segunda alarma a las cinco y diez, y me levanté.

Todavía medio dormida, llegué a la regadera y como siempre, Kai ya estaba ahí. Desde hacía un tiempo, ella siempre llegaba antes que yo, cuando antes llegábamos al mismo tiempo, o casi al mismo tiempo.

La pequeña y húmeda habitación de las regaderas me hizo recordar las nubes de mi sueño…

Luego de desvestirme, entré a mí regadera, que estaba separada de la de Kai por una membrana plástica, de manera que las luces me permitían ver su silueta borrosa, pero no distinguir las formas…

Ella siempre llega antes…

Me pregunto si ella soñará…

Me pregunto qué hacía ella en mi sueño…

-Kai… –Mi voz apenas se alcanzó a escuchar entre los chorros de agua de las dos regaderas. Si yo apenas escuché, no creí que ella lo hubiera hecho…

-¿Mande? –Me preguntó ella, su voz igualmente opacada por el ruido del agua.

Quisiera preguntarle si también sueña… ¿por qué no puedo hacerlo…? sólo puedo recordar el abrazo que me da en mi sueño… Mi rostro se siente un poco más cálido de lo normal… supongo que es por el agua… pero se siente diferente a otras veces… Dicen que habrá cosas nuevas a veces… cosas que no sabíamos que podíamos sentir. Gracias a la música, hace poco descubrí que podía llorar. Me pregunto si esta sensación también es una de esas cosas nuevas.

-Nada… – Respondí mientras bajaba la mirada en silencio…

Ella salió antes que yo, pero en lugar de vestirse e irse inmediatamente como siempre, se quedó de pié frente a la puerta de mi regadera por un momento…

-Nei…– Pronunció ella casi como un suspiro. En lo que me di vuelta, se había ido.

Más tarde, nos reunimos con nuestro hermano en el salón de espera…

Estábamos en silencio… más que nunca… Normalmente no suelo hablar mucho, pero ellos no eran tan callados… ¿Qué era lo que pasaba?

-Nei…– Me habló Gen, nuestro hermano.

-¿Mmh?

-¿Has oído alguna nueva… música?

Me quedé pensando un momento…

-Mmmh… no creo…–Lo miré de reojo.

-Ya veo…– Dijo él, para después permanecer nuevamente en silencio.

¿Por qué están tan callados? Siento como si me ocultaran algo. Es molesto…

Llegó la hora de las pruebas.

Cada día era algo diferente, aunque para mí siempre parecía lo mismo. Estar ahí, quieta mientras sus aparatos hacían análisis y escaneos de nuestro “progreso”. Nunca estuve segura de a qué se referían con eso de “progreso”. Probablemente hablaban de las cosas que para nosotros eran nuevas, esas sensaciones, esos pensamientos… emociones…

Normalmente no me molestaba lo que hacían… hasta que llegaban las jeringas… Era un piquete insignificante… aun así me aterraban…

Luego de las horas de estudiarnos, llegaban las horas de nuestros estudios. Cultura general, lenguaje y matemáticas básicas eran todo lo que veíamos al principio. Poco después pasamos a lenguajes alternativos, aplicaciones de las matemáticas y algo de ciencias de la naturaleza. En realidad nunca lo dije, pero muchas cosas de las que nos enseñaban me eran extrañamente familiares. Después de un tiempo me puse a pensar que tal vez tenía que ver con que hubiéramos “despertado” en lugar de “nacido”. Tal vez no era la primera vez que despertábamos y veíamos estas cosas. Al menos yo.

Conforme pasaba el tiempo, me convencía más y más de que las “sensaciones nuevas”, los conocimientos que nos proporcionaban, e incluso algunos de mis sueños ya los conocía, sólo que los había olvidado durante mi sueño. Me empecé a preguntar entonces… ¿Quién era yo antes? ¿Cómo era mi existencia antes de todo esto? Antes de “dormir”… Quería tener esas respuestas… pero por más que buscaba dentro de mí misma, nunca podía ver nada. Quería saberlo… empecé a obsesionarme con eso, hasta el punto en que a veces no podía dormir. Sentía que no debía preguntar, por alguna razón. De todas formas lo hice, pero nadie con quien yo tuviera contacto sabía nada de mí ni de mis hermanos. Mi desesperación aumentaba… sentía que si me quedaba en aquel lugar, jamás sabría nada de mi origen… pero nos tenían ahí por alguna razón, y nunca nos habían dejado salir. Tampoco es que alguno de nosotros hubiera expresado alguna vez la intención de salir, fuera del simple deseo de ver lo que había más allá. Y la única vez que lo hicimos, nos prometieron que algún día saldríamos y que veríamos el cielo real. Pero esa promesa se veía muy lejana…

Me preguntaba si mis hermanos alguna vez habían tenido el deseo de salir, como yo lo tenía. A ellos sí les podría preguntar sin miedo… excepto por que si alguien nos escuchaba, levantaríamos sospechas, y sería mucho más difícil escapar, si algún día decidíamos hacerlo.

Entonces, ¿qué podía hacer? Estaba atrapada, y no podía ni siquiera decirle a nadie lo que sentía. Cuando pregunté acerca de nuestros orígenes a la gente que nos cuidaba y enseñaba, siempre lo hice ver como simple curiosidad, mas nunca como lo que realmente era, esa inmensa oscuridad que tanto deseaba que se aclarara…

Una noche, tuve un sueño nuevo…

Soñé con un mundo absolutamente increíble… Había luces azuladas y verdosas flotando en el cielo nocturno. Aun así, se veían claramente las estrellas. Había casas esféricas que parecían de cristal, pero no se podía ver a través de ellas, aunque casi todas tenían una puerta en forma de arco abierta. Entre las casas había incontables plantas de muchísimas formas, flores de todos colores, sobre todo blancas, todo rodeado de pasto sobre una especie de jardín inmenso que se extendía hasta donde podía ver. Donde no había plantas, el suelo era transparente. Debajo de él se podía ver una gran masa de agua, habitada por hermosos peces y animales acuáticos, de los cuales nunca había visto la mayoría. Más al fondo, sólo se veía un azul extremadamente profundo, que parecía no tener límite. En el suelo tranparente había caminos que conectaban las casas, delineados por una tenue luz que cambiaba sutilmente entre azul y blanca en las orillas. A lo lejos, un inmenso árbol abarcaba una buena parte del horizonte. Entre su copa se podían ver luces verdes que parpadeaban de vez en cuando.

Todo me parecía tan fascinante que no me había visto a mí misma. Llevaba un vestido blanco que me cubría de hombros a rodillas, y una especie de sandalias con lazos que se me pegaban como enredaderas hasta arriba de las rodillas. Miré mis manos, y me parecieron extrañas… Pasaba por uno de los caminos, y miré mi reflejo en una de las casas de cristal… Lo que vi no era yo… Lo que vi era una mujer hermosa… Era delgada, tenía el cabello lacio y oscuro hasta los hombros, con un pasador plateado en forma de media luna. Mi piel era muy blanca, y mis ojos eran de un verde claro.

Me quedé mirando mi reflejo por un momento, tratando de comprender lo que veía, cuando de pronto, sentí como si todo fuera normal, como si siempre hubiera sido yo así… como si siempre hubiera vivido en ese mundo maravilloso… recordé mi nombre… Kanatia… Recordé a mi familia, que vivía en la misma ciudad que recorría, a mis amigos, con quienes me comunicaba con frecuencia y con quienes me reunía para crear música, recordé mi casa, recordé el parque al que me dirigía, recordé los mundos que conocía y recordé a Kreuz… mi prometido… a él era a quien iba a ver al parque.

Seguí caminando un poco más, hasta que llegué al pequeño parque circular. Había una fuente que lanzaba chorros de agua sobre una estructura que parecía una pequeña montaña de piedra, la cual recorrían hasta llegar a un canal que la dirigía a una especie de burbuja bajo el suelo transparente, de donde era propulsada hacia la fuente para salir disparada nuevamente. Algunos niños jugaban alrededor de la fuente, mientras otra gente mayor descansaba cerca.

Me acomodé el vestido para sentarme, y en cuanto doblé las rodillas para hacerlo, apareció una figura elíptica flotando debajo de mí para que me sentara. A pesar de verse como cristal, se sentía como una almohada cálida. Ya sentada, me eché para atrás, y de inmediato apareció un respaldo del mismo material a mi espalda, sobre el cual me recosté. Crucé las piernas y las levanté un poco, para que apareciera otra almohada de cristal donde descansé los pies. Hice un movimiento con la mano, con el cual inició una música a mi alrededor. Cerré los ojos y me puse a esperar…

El viento que soplaba a través de los árboles era tranquilizante, y acariciaba mi cabello suavemente. Luego de unos minutos de esperar, escuché un revoloteo y con otro movimiento detuve la música que me rodeaba. Miré hacia arriba para ver una parvada de cisnes atravesando el cielo, cada uno dejando una estela de polvo resplandeciente que poco a poco se disipó hasta perderse por completo entre las estrellas.

De pronto escuché la voz de Kreuz que me llamaba a mis espaldas…

-Despierta, soñadora…

Entonces, esa maldita alarma sonó… Hacía tiempo que no lloraba por algo que hubiera visto en mis sueños… ahora no lo pude evitar, pensando en el hecho de que mi libertad, mi existencia en un lugar tan increíblemente hermoso hubiera sido un sueño y ahora estuviera nuevamente atrapada en este pequeño mundo de paredes grises, sin luces azuladas ni flores blancas, sin un cielo descubierto, ni música que acompaña, ni viento que acaricia, ni aves que dejan estelas de luz… sin saber lo que es el amor o la felicidad…

Y lo peor de todo era que eso que vi en mis sueños se sentía tan real… ¿qué tal si esa era yo en verdad? ¿Qué tal si antes de mi largo sueño, así era mi vida, y así era el lugar donde vivía? No me parecía que fuera imposible. Necesitaba descubrirlo… saber sobre mi pasado, y tal vez, algún día ver ese hermoso lugar…

Estaba decidida… tendría que buscar respuestas fuera… tendría que escapar de ese lugar, cuanto antes mejor. Aquí empezaban los problemas… ¿debía decirles a mis hermanos? ¿Hacerles saber de alguna forma que pretendía irme? ¿Me acompañarían, o al menos me ayudarían a salir? Y para empezar, ¿cómo iba a salir, y a evitar que me encontraran afuera? ¿Y a dónde iría?

Aun tenía lágrimas en los ojos, cuando sentí una voz en mi cabeza. Era la voz de Kai.

-Nei… no tengas miedo por favor…

No supe si responder con mi voz o sólo pensar en qué decir. No tuve tiempo para decidir cuando Kai me habló de nuevo.

-No tienes que decir nada con tu voz, y es mejor que no lo hagas… ellos pueden oír lo que decimos… tienen micrófonos escondidos… si quieres decirme algo, solo piénsalo. No te preocupes, sólo escucharé lo que quieras que escuche.

Entonces lo intenté.

-¿Kai? ¿Qué es esto? ¿Cómo estás hablando conmigo?

-Tengo esa habilidad… no sé si tú también la tengas… al parecer Gen no la tiene.

-Ok… vaya… es… sorprendente… ¿pero lo acabas de descubrir? ¿Querías probarlo conmigo?

-No, Nei… Lo sé desde hace algunos días, y me he comunicado así con Gen algunas veces… tenemos que salir de aquí… tenemos que irnos. He querido decírtelo desde que tengo esta habilidad…

-¿Y por qué no lo hiciste antes?

-Porque necesitaba saber si tú también querías irte. Verás, nuestro hermano tiene una habilidad igual de increíble, pero tampoco se la ha mostrado a nadie… él… él puede mover cosas, con sólo pensarlo…

-¿En serio?

-Sí, lo descubrió hace poco. Como también hay cámaras en todos lados, siempre que mueve algo con sus pensamientos, usa sus brazos como si estuviera levantando las cosas con ellos, pero en realidad no aplica ninguna fuerza física.

-Eso… también es increíble…

-Sí, Nei… creemos que tú también tienes alguna clase de habilidad, y por eso no podíamos arriesgarnos a irnos sin saber cómo reaccionarías… Y la verdad… yo no quería dejarte…

-Kai…

-Nei… no sé qué viste en tus sueños, o qué has pensado en estos días… pero sentí en ti una fuerte determinación para salir de este lugar… por eso ahora puedo decirte todo esto. Nuestro hermano y yo ya hemos pensado en cómo salir, sólo nos faltabas tú.

-No puedo creerlo… y pensar que me preguntaba si ustedes querían salir también…

-Me alegra muchísimo por fin poder contarte todo esto… me sentía muy mal guardándote el secreto… espero que me perdones, Nei…

-No, Kai… no hay nada que perdonar… lo comprendo…

-Muchas gracias… no podría soportar que me odiaras… pero siento que eres sincera conmigo…

-Por supuesto. Nunca te mentiría, y no sería capaz de odiarte, lo sabes…

-A propósito… ¿has descubierto algo… anormal que puedas hacer?

-No lo creo… todo lo que hago es soñar…

-Está bien, probablemente lo que puedas hacer lo descubriremos pronto…

-No creía tener nada de especial… pero si ustedes pueden hacer esas cosas, no dudo que sí tenga algo.

-¡Esto es emocionante! Ahora mismo me comunicaré con nuestro hermano para darle la noticia. Nos iremos hoy mismo si es posible.

La mayoría de mis problemas se resolvieron de inmediato. Lo único que faltaba era lo que haríamos una vez que lográramos escapar. Pero ya no estaría sola, así que no me preocupaba tanto. Además mis hermanos tenían esas habilidades que nos serían sin duda de mucha ayuda. Me preguntaba si en verdad tendría yo alguna habilidad similar… Algo que pudiera usar para ayudar a mis hermanos…

Esa noche, cuando termináramos las actividades diarias y fuera hora de despedirnos, pondríamos en marcha el plan para salir. Habíamos decidido que lo haríamos durante la cena, que era el último momento que pasábamos juntos antes de irnos a nuestras habitaciones individuales.

Para escapar aprovecharíamos las cosas que sabían hacer mis hermanos. Gen podría crear una distracción en el centro de análisis, donde nos hacían diariamente las pruebas y el registro de nuestro progreso. Así, la gente que nos vigilaba durante la cena tendría que acercarse a esa habitación para revisar, y en ese momento, Gen podía dañar las cámaras de vigilancia de toda la instalación. Kai, aunque no podía leer los pensamientos directamente a menos que las personas se lo permitieran, podía sentir las intenciones de los demás, y podía saber cuándo nos estaban vigilando.

Era un plan arriesgado, sobre todo porque no estábamos seguros de que en algún momento dejaran de vernos, pero en todo caso, sólo necesitábamos que bajaran la guardia por unos momentos, que Gen aprovecharía para abrir un agujero en el techo. Él estaba seguro de que podría llevarnos a mí y a Kai afuera usando su habilidad. Estaba seguro de que podía usarla para levantarse a sí mismo también.

Durante el transcurso del día, me comuniqué muchísimo con Kai… le pregunté cómo estaba segura de que lo que sentía era preciso. ¿Cómo podía estar segura de que la vigilaban cuando ella creía sentirlo? También le pregunté acerca de Gen. Si las únicas veces que había podido probar su habilidad era usando las manos para que pareciera algo normal, ¿cómo sabía que podría interactuar con objetos en otra habitación sin acercarse ni ver lo que hacía? ¿Cómo sabía que podía levantarnos a las dos, y levantarse a sí mismo al mismo tiempo para escapar? ¿Cómo sabía que podía abrir un agujero en el techo para que escapáramos?

Kai me contó que durante las clases que nos daban, a veces sentía que algunas cosas las recordaba. Me dijo que cuando empezó a percibir los sentimientos de la gente, sintió algo parecido, como si lo recordara… como si siempre hubiera tenido esa percepción especial, pero la hubiera olvidado durante su sueño. Sentí una emoción enorme en ese momento… No era la única que sentía algo así.

Gen le había dicho a ella algo casi igual. Recordaba la mayoría de las cosas, pero no sólo eso, sino que nos recordaba a nosotras. También recordaba esa habilidad que había redescubierto hacía poco, y por eso estaba seguro de que podía usarla para salir. Una vez, luego de uno de mis sueños, me puse a tararear una música que había escuchado en el sueño mientras esperábamos la hora de los análisis diarios, cuando mis hermanos estaban ahí. Gen había recordado esa tonada que yo tarareaba… eso me emocionó aun más… definitivamente había algo qué recordar, algo que encontrar afuera, algo a lo que podíamos regresar…

Le conté entonces que yo sentía lo mismo cuando nos enseñaban, y que para mí, algunos de mis sueños me parecían memorias o extremadamente reales. También le conté los sueños que había tenido, excepto aquel sueño en el que nos abrazábamos sobre las nubes… no sé por qué no le hablé de ese sueño…

Luego me dijo también que había sentido en Gen el deseo de salir. Él le dijo que estaba harto de vivir encerrado, que quería ver todo lo que fuera posible del mundo, y que no creía que nos dejaran salir alguna vez.

Cuando le pregunté por qué quería salir ella, me dijo que desde que podía sentir emociones fuertes, también podía presentir intenciones… y había sentido una mala intención entre algunas de las personas que nos cuidaban.

El comunicarme con ella le dio todo un significado a mi día, e hizo que todo pasara mucho más rápido que de costumbre… además fue terapéutico hablar con alguien de todo lo que pensaba… Aun así me moría de ganas porque llegara la hora de escapar… yo sola nunca podría hacer algo así, pero con mis hermanos no tenía por qué dudar.

Por fin, llegó la hora de la cena, y estábamos muy emocionados por salir. En ese rato, batallé mucho para seguir actuando normal, y diciendo cosas normales con mis hermanos, para no levantar ninguna sospecha. Me puse a pensar en lo difícil que debía haber sido para mis hermanos esperar días enteros para poder hablarme de la idea de escapar.

Si esperar este poco tiempo, incluso hablando con Kai, ha sido tan difícil, esperar durante varios días debe haber sido de lo peor… pero mis hermanos lo hicieron por mí, porque no querían dejarme… y yo que me molestaba porque me ocultaban algo… de verdad debo importarles…

Apenas pude comer por los nervios. Por cierto, eso de los nervios era otra cosa “nueva”. Cuando casi habíamos terminado, decidimos que era el momento de actuar…

La persona que nos vigilaba recibió una llamada a su comunicador. De acuerdo con lo planeado, el sistema de vigilancia ya estaba fallando. Kai nos comunicó que nuestro guardia estaba tenso, a la defensiva, esperando que pasara algo, pero deseando que no pasara. Nos dimos cuenta de que esa falla no sería suficiente, y Gen hizo reventar las lámparas de LEDs que iluminaban el salón, dejándonos a oscuras. No pudimos ver lo que pasó en ese momento, pero escuchamos un golpe y Kai nos dijo que ya no sentía ninguna emoción en nuestro vigilante.

Antes de que nos preguntáramos qué pasaba, un agujero perfectamente redondo se abrió en el techo, dejando entrar un rayo de luz tenue, que nos permitió ver al sujeto en el suelo, que acababa de recibir un golpe de Gen. Kai nos mantenía conectados, por lo que no teníamos la necesidad de hablar.

-Gen: No se preocupen, sólo lo dejé inconsciente, lo mejor es que nos vayamos en este momento.

La expectativa de ver el mundo exterior superaba por mucho al temor a que nos descubrieran, y a la preocupación por la pobre persona a la que le habían encargado vigilarnos.

-Kai: Gen...

-Gen: Voy a intentar hacer algo que recuerdo, aunque no lo he intentado desde que despertamos. Confíen en mí...

Sentí cómo mi cabello se levantaba, y cuando miré a Kai me di cuenta de que el suyo hacía lo mismo. Un momento después, dejamos el suelo. Se sentía como si cayéramos lentamente hacia arriba... Gen nos dirigió hacia el agujero en el techo, y nos siguió él mismo. Finalmente, salimos.

El cielo estaba despejado. Había tantas estrellas como las que había visto en mis sueños. Me quedé maravillada mirando el cielo real, en vivo, sintiendo como el viento frío recorría mi cuerpo y ondulaba mi cabello. Ni siquiera me di cuenta de que Gen nos mantenía en el aire hasta que nos bajó al suelo y caí de rodillas aun mirando hacia arriba. Era una escena tan hermosa que me salieron lágrimas.

-Kai: ¿Nei? ¿Estás bien?

-Gen: Tenemos que irnos… tenemos que buscar dónde escondernos antes de que se den cuenta que no estamos.

-Kai: Por dios… miren esa luna…

Parpadeé un par de veces en lo que me levantaba y recuperaba el aliento, y miré el cielo a mis espaldas, donde la luna, enorme, perfectamente redonda y resplandeciente como nada que hubiera visto fuera de mis sueños, me hipnotizó inmediatamente…

4 comentarios:

  1. -Esta historia se ve interesante... Espero que el final no sea algo triste...
    -Muy buena... Sigue asi!

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  2. Hola, Pues como de costumbre eres muy bueno escribiendo y relatando tus historias, mucha suerte y animo en continuar con tu historia, nos vemos y seguire la histoaria hasta donde la lleves n.n!

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  3. Je je, no hay mechas, ni armas... y el personaje principal es una mujer bastante tranquila... :( No es mi género, aunque me gustó la lírica y cómo dibujabas los paisajes, aunque un tanto abstracto para mi pequeño cerebro... :P

    Pero por lo de la escritura no hay nada que criticar, simplemente diferimos en gustos. :D

    De igual forma la leeré, sólo que no puedo decir que me gusta. :P


    PD: no pude evitar verte a través de la historia, habría quedado gracioso un "los personajes y situaciones son ficticias, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia"... XD

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  4. Muérete perro!!!...

    No debiste dejarme esperando... el Dios Pollo no te bendecirá... de seguro está molesto...

    Maldita sea... sabía que no tenía final... amhh... ya no quiero leer la otra historia, maldito!

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